El mercado de pilotos de MotoGP comienza a calentarse con los primeros rumores concretos para la temporada 2026 y 2027. Uno de los más comentados es el posible ascenso de Nicolò Bulega al Ducati Lenovo Team, en sustitución de Francesco Bagnaia, que podría seguir un camino similar al de su mentor, Valentino Rossi, cambiando el fabricante dominante por el reto de Yamaha.
Bulega ha impresionado a la estructura de Bolonia con sus consistentes actuaciones en el Mundial de Superbikes, donde ya ha conseguido victorias con Ducati. Su talento y crecimiento técnico han sido seguidos de cerca, y fuentes del paddock indican que el joven italiano podría estar bien posicionado para dar el salto al equipo oficial de la marca en 2027, si continúa su evolución competitiva, tras haber sido confirmado como piloto de pruebas durante la temporada 2026 en MotoGP al mismo tiempo que compite en el WSBK.

Por otro lado, Francesco Bagnaia, bicampeón del mundo y actual rostro de Ducati, podría estar considerando un cambio estratégico en su carrera. Yamaha, en plena reconstrucción de su proyecto técnico y competitivo, ve en Bagnaia una referencia que podría ayudar a acelerar el desarrollo de la YZR-M1, ya que el rendimiento de Alex Rins ha sido flojo y su contrato expira en 2027, tal y como hizo Rossi en 2004, cuando dejó Honda para dar un nuevo impulso al fabricante japonés.
La comparación con Rossi es inevitable. Ambos italianos, campeones, en este caso con Ducati, y figuras centrales en la era moderna de MotoGP, Bagnaia podría repetir el gesto de su ídolo y mentor, no solo por ambición deportiva, sino también por el deseo de dejar una huella personal en un nuevo capítulo del campeonato.
Ahora queda por ver si este baile de sillas realmente se producirá y si Ducati está dispuesta a renunciar a su gran estrella para apostar por un talento emergente. Una cosa es segura: 2027 puede marcar una nueva era en MotoGP, con decisiones que pasarán a la historia de este deporte.