Liam Everts hizo una sorprendente remontada en la segunda ronda del Campeonato Mundial de Motocross.
En el barro de Cozar, el joven belga demostró nervios de acero, capacidad táctica y una técnica impresionante, que lo llevaron a lo más alto del podio de la clase MX2. Un éxito que pocas personas esperaban después de su grave lesión del año pasado, incluido él mismo.
El terreno profundo y fangoso exigió todo de los jinetes. Pero Everts no se dejó intimidar. En la primera carrera, inicialmente se mantuvo atrás, conduciendo de manera controlada y asegurando una posición de salida perfecta con el segundo lugar. “Sabía que Ferruccio (Zanchi) era fuerte y no quería cometer ningún error”, explicó después de la carrera.
En la segunda manga Liam tuvo una salida perfecta, controló la carrera, mantuvo el ritmo alto y nunca dejó que nadie le arrebatara la delantera. El piloto oficial de Husqvarna demostró no solo su técnica, sino también su madurez táctica, exactamente las mismas cualidades que en su día distinguieron a su padre, el diez veces campeón del mundo Stefan Everts.
El paso al equipo de fábrica de Husqvarna parece estar dando sus frutos para el joven belga. Con esta victoria, Liam Everts se catapultó al círculo restringido de aspirantes al título. Queda por ver si puede permanecer en la cima a largo plazo. Pero una cosa es segura: el nombre Everts sigue siendo sinónimo de éxito en el motocross.
