Tras la confusión causada en el Gran Premio de las Américas en Austin, Dorna y la Dirección de Carrera de MotoGP pusieron en marcha nuevas normas, más claras y estrictas, sobre el cambio de motos antes del inicio de las carreras. La respuesta llegó en forma de un reglamento actualizado que entró en vigor en el Gran Premio de Francia en Le Mans y que, en la práctica, demostró su eficacia para evitar nuevas polémicas.
En Austin, más de la mitad de la parrilla de MotoGP decidió abandonar la parrilla de salida para cambiar de moto debido al cambio de las condiciones meteorológicas. La decisión provocó un retraso en el inicio de la carrera y provocó la indignación de equipos y aficionados, sobre todo porque los pilotos que permanecieron en la parrilla también fueron penalizados por el retraso, sin ningún beneficio. La falta de claridad y uniformidad en las decisiones provocó acusaciones de favorecer a los principales aspirantes al título, como Marc Márquez, Álex Márquez y Francesco Bagnaia.

Ante la presión y las críticas, Dorna reaccionó rápidamente y, para Le Mans, estableció una línea más firme: los cambios de moto antes de la salida tienen ahora consecuencias claras, con tiempos y penalizaciones definidos, y con una comunicación inmediata entre comisarios, equipos y pilotos. ¿El resultado? La salida del Gran Premio de Francia se desarrolló sin problemas, incluso con la incertidumbre de las condiciones de la pista en las horas previas a la carrera. La parrilla se mantuvo organizada y la carrera empezó a tiempo, señal de que el nuevo enfoque había funcionado.
La comparación entre los dos Grandes Premios revela una clara lección para la organización del campeonato: la transparencia y unas reglas bien definidas son esenciales para mantener la integridad competitiva y evitar polémicas innecesarias. Queda por ver si este nuevo enfoque se mantendrá y se aplicará con el mismo rigor a lo largo de la temporada, algo que los equipos y pilotos esperan ver consolidado en las próximas rondas.