El último gran cambio técnico de MotoGP llegó en 2016 con la introducción del control electrónico, una decisión tomada para reducir la brecha entre las entonces dominantes marcas japonesas y el resto de la parrilla. Esto ayudó a aumentar la presencia de las marcas en MotoGP, con Suzuki y Aprilia ingresando en 2015, y KTM en 2017.
Desde ese año, los tres fabricantes han ganado la categoría, mientras que Ducati, que también se benefició del cambio de reglamento, se ha convertido en la fuerza dominante en la categoría.
Sistema de detección eletrónico
En 2020, muchos conductores no fueron sancionados o fueron sancionados cuando no debían serlo. Con el fin de hacer la decisión más justa para los pilotos de las tres categorías (MotoGP, Moto2, Moto3), se introdujo un nuevo sistema que tenía como objetivo reducir significativamente las inconsistencias e incidentes en los que los pilotos no son penalizados, o son penalizados cuando no deberían serlo.
El sistema funciona con sensores de presión que se colocan fuera del vibrador, en las zonas pintadas de color verde. Estos sensores pueden detectar con precisión cuándo un conductor excede los límites de la pista, en lugar de depender de cámaras como se hacía antes. En el pasado, es posible que las imágenes de video no hayan sido lo suficientemente claras para determinar si se violó la regla.

Ahora los pilotos son penalizados incluso si solo una rueda excede los límites de la pista, mientras que hasta finales de 2020 esto no era así. Además, el cronometraje del sector también se cancelaba si ambas ruedas estaban presentes en la zona verde.
Si un piloto tiene que sobrepasar los límites de la pista, debe mostrar una clara desventaja para evitar una penalización, por ejemplo, si pierde tiempo respecto al piloto que le precede o si es adelantado, no recibirá una penalización, porque no se considerará que tiene una ventaja. La idea detrás de esto era hacer que los juicios sobre los límites de la pista fueran más justos para todos.