El Gran Premio de Japón de 2018 quedará para siempre grabado en la memoria de Marc Márquez. El piloto español llegó a Motegi con la oportunidad de conquistar un nuevo título mundial y no desaprovechó la ocasión.
En un domingo soleado, el inicio de la carrera estuvo dominado por Andrea Dovizioso, que parecía decidido a posponer la celebración de su rival. El italiano lideró durante gran parte de la prueba, pero Márquez se mantuvo siempre cerca, esperando el momento adecuado para atacar. Ese momento llegó a cuatro vueltas del final, cuando el piloto de Honda protagonizó un adelantamiento decisivo en la curva 9, colocándose en cabeza.

El golpe final llegó en la penúltima vuelta: presionado para mantener el ritmo, Dovizioso cayó, dejando el camino libre para que Márquez se asegurara no solo la victoria, sino también el título. Así, en Motegi, el español conquistó su séptimo campeonato del mundo, reforzando su hegemonía en la era moderna de MotoGP.