Romano Albesiano habla sobre el cambio Aprilia-Honda, el trabajo pendiente y un problema particular para los pilotos.
2025 ha sido un año de grandes cambios para el Campeonato Mundial de MotoGP, y no solo en cuanto a pilotos. Romano Albesiano fue una de las sorpresas entre bastidores con su salida de Aprilia para unirse a Honda. Un nuevo reto sobre el que quería reflexionar, pero que finalmente decidió aceptar. El nuevo Director Técnico del departamento de competición de Honda hizo balance de la organización, algunos problemas con el RC-V y la necesidad de ser perfectos en MotoGP.
“En Aprilia todo era perfecto, pero surgió esta oportunidad y acepté el reto”. Así explica Romano Albesiano su decisión de dejar la marca de Noale para unirse al proyecto del gigante japonés. Pero tardó un tiempo en reflexionar. “Dos o tres semanas”, explicó en una entrevista con Motosan.
Un cambio importante tras muchos años con Aprilia. «Encontré una filosofía diferente a la que estaba acostumbrado. La organización europea es más sencilla. Una estructura japonesa, como la de Honda, se organiza de forma diferente, es más compleja».
Honda no es el equipo a batir en este momento; aún queda mucho trabajo por hacer en el RC-V para volver a la cima de MotoGP, a pesar de algunas señales positivas. «Tenemos una moto muy buena; esperaba más quejas de los pilotos. Pero, por supuesto, tenemos nuestros puntos débiles, y estamos trabajando en ellos».
Máximo compromiso para llevar la marca de nuevo a la cima. «Tenemos que ser perfectos en todos los aspectos de la moto; de lo contrario, es imposible ganar. Hay que frenar, girar, acelerar y tener un buen motor para adelantar y no ser adelantado. El nivel es tan alto que nadie puede permitirse tener puntos débiles».
Al comienzo de esta temporada, Johann Zarco, en particular, ha brillado, con una victoria, un podio y siendo claramente el mejor piloto de Honda en general. «Todos son pilotos fuertes, pero Zarco sufre menos las limitaciones que tenemos. En particular, las vibraciones, que todos los pilotos reportan. Es curioso: a veces vemos vibraciones fuertes en los datos, pero el piloto no dice nada; otras veces, hay algunas y el piloto no puede conducir. Es una combinación: hay que ser sensible a las vibraciones, pero también poder limitarlas.»